EUPHORIA

En cuanto al drama adolescente, Euphoria (Sam Levinson, 2019) corona este género. La serie habla de la vida de un grupo de adolescentes que tienen que hacer frente a problemas juveniles aunque con un matiz dramático significante y oscuro, como el consumo de drogas, problemas intrafamiliares, autoestima, relaciones tóxicas, abuso físico y psicológico, el resurgir sexual, pedofilia…

El punto más fuerte de esta serie no es el guion o fotografía, sino su estética, mundialmente reconocida e inigualable. Esta estética compuesta por un vestuario que describe más al personaje que cualquier otra cosa, un maquillaje digno de estudio, una gama de colores impecable, la elección de escenarios, la banda sonora y todo esto acompañado de una galardonada actuación sobrepasa la perfección en la última escena de la primera temporada.

Rue (la protagonista) recae en las drogas tras unos eventos traumáticos, suena de fondo All for Us de Zendaya (actriz de Rue) y Labrinth mientras Rue se tambalea por los pasillos de su casa, abraza a su madre, a su hermana y a su padre el cual nunca apareció en la serie, acto seguido ella aparece en la calle rodeada de personas con túnicas haciendo coro de la canción y una orquesta. Por último, escalar una pirámide de personas y para que al final de la canción, en el punto álgido de la pieza musical, la protagonista cae al vacío, acabando con la primera temporada. Este final tan artísticamente cuidado a la par de desconcertante no deja a nadie indiferente.